UN CAMBIO MÁS...

¿en que pensarán los constructotes a la hora de edificar una simple habitación ?
no pretendo menospreciar sus conocimientos y formulas, las cuales no domino, pero debe ser que lo que predomina a la hora de concretar una obra es el presupuesto


Las puertas... esos inigualables accesos que nos facilitan el desplazamiento suelen ser la pesadilla de cualquiera que se vea enfrentado a la labor que encierra una mudanza.

Cuando era chico recuerdo haber oído que mi Papá cambió la puerta principal de nuestra casa por una más ancha, al presenciar los bochornosos incidentes que protagonizaban nuestros difuntos vecinos, al ser conducidos sus féretros por las ventanas, únicos accesos disponibles para tales situaciones. Un tema de presupuesto me imagino, para viviendas construidas en tiempo record para familias que vivían en campamentos después de haber vivido el terremoto más grande del cual se tiene registro en la historia del hombre.

Pensé que la compra de un closet ayudaría a solucionar el problema de ropa sobre la cama o una silla. Y fue así hasta que vino la primera de por lo menos siete mudanzas. Donde la mayoría de las veces no conté con una ventana dueña de las características que tenían las de nuestros vecinos que ahora moran en el más allá. Creo que si pudieran verme se reirían de ver a éste descendiente patético del viejo que cambió su puerta.

Durante mi último cambio el tratar de meter este armatoste de aserrín, aglutinante, tornillos y enchapado que actualmente dudo mucho que sea de madera; Me encontré con el mismo problema que he tenido por mi estilo de vida gitanesco y la adquisición de éste maldito mueble.

Meter en esa pieza mis cosas no fue tan difícil con excepción de dos cosas ;

Uno... Gracias a mi pobreza no tengo una de esas “ box “ que parecen tan cómodas, mi humilde lecho ,testigo mudo y cómplice de algo más que solo sueños . ha debido sufrir mutilaciones incluyendo el ser aserruchada por la mitad ( para colmo aparte de las puertas, los pasillos y escaleras son estrechos )

También quebré algunos tarugos al tratar de armarla , no es tan fácil armarla por un extremo y tratar de sujetarla por el otro cuando se mide menos de 1,70 m.

El resto fue sencillo , la toma de corriente aun suena y lanza chispitas cuando enchufo algo , la ampolleta en posición cenital ahora funciona y en aspecto todo lucía bastante bien. Los libros por fin en su lugar , la mesa y todos sus artilugios juntos en un rincón , los cuadros engalanando las paredes y hasta los adornos de mi esposa ya contaban con un lugar.... Venía el momento que inútilmente había tratado de postergar , era iluso pensar que alguien lo haría por mí. ¿ Sería diferente ésta vez ? ¿ Se acabaría la maldición del mueblecito ?

Yo sabía que no, y por mas estrategias , fuerza o medidas que tomara la realidad era indiscutible debía pagar el precio de ser el hijo de Don Lalo , el viejo que cambió su puerta, yo sabía que no fue motivado por la soberbia, ni siquiera por ser más inteligente que los vecinos.... Pienso que se trata de un asunto de presupuesto.

La ventana no sería mi salvación en ésta ocasión junto a ella hay un árbol y aunque el espacio diera para que el mueblucho entrara por ahí no soy tan fuerte para elevarlo y en ese momento no contaba con ayuda. Seguro que mis compañeros del instituto habrían insistido en ir a ayudar pero no podía molestarlos , no tenían por qué compartir la ignominia de un maldito.

Mi enemistad con el mueble se acaba y hasta le tengo aprecio cuando está contra una pared dentro de la pieza , pero sé que esos sentimientos durarán sólo hasta que tenga que mudarme de nuevo. Los detalles de cómo entró me los reservo ,son parte de mi intimidad .Me basta con relatar que hoy todo está en el lugar que quisimos destinar y todo lo vivido , no fue más que un cambio de casa ,pero no puedo dejar de pensar si cuando muera saldré por una ventanita con la ayuda de seis familiares o por la puerta ancha . Espero que la idea que estoy planeando no se frustre, hasta entonces mi fetiche en los homecenters y catálogos de construcción serán las puertas ¡ gracias papi ! .-


Por Ale