8 de septiembre de 2009

Tesorito turquesa


Niño de las tierras cálidas
y los inviernos grises
niño de la piel blanca,
y de los ojos felices.
Sonrisa acogedora,
que me hace buscar más,
encandilas mi mirada
y quemas mi piel con tus llamadas.
Tan preciado te guardo en mi rinconcito
de los amores florecientes de dulzura infinita.
Océanos de placer salen de tu cuerpo,
que me bañan al explotar la mar de tus gemidos,
mis rocas reciben la sal y cada ola de tu piel,
deseosas las buscan para volver a renacer.
Cuando llueve, siento que no que te dejas querer,
pero en mi interior siento que disfrutas como ayer.
Desnuda me visto de ti,
con tu piel acariciándome tiemblo de gozo,
mis párpados expuestos a tus labios buscando tu regazo.
Solo dejame sentir luces, versos, letras y encantos
y volverán multiplicados de cuando en cuando.

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