21 de febrero de 2010

No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!


Oliverio Girondo

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.