21 de diciembre de 2006

BRISA PRIMAVERAL






Fue una tarde de primavera, sólo sentían el aroma fresco de los ciruelos en flor, las fragancias de las flores hacían remover sus sentidos, y corría una suave brisa por sus rostros, ella tímidamente caminaba mirando el suelo, solo asentía con la cabeza si estaba de acuerdo con lo que él le decía, el en cambio , iba por la vida con otra actitud ,o al menos eso parecía , se veía seguro, imponente, tenía el mundo en sus manos, un futuro prometedor, parecía tener todo para triunfar y ser exitoso, se veía un hombre inteligente y con cualidades apreciadas por muchos, se reían de cosas simples, se divertían con poco, todo lo que ahora parece absurdo a ellos les divertía, ambos sabían que la vida les pertenecía, eran dueños de sus futuros, libres para amar pero con mucho miedo a hacerlo, la única razón para este, era simplemente el intrínseco temor a ser rechazados, más nada se los impedía.

Ella era hermosa, con una pureza que pocas pueden lucir, tremendamente soñadora, solo necesitaba cerrar sus ojos y podía volar a universos desconocidos, bailaba sobre las nubes y en las profundidades del mar su imaginación nadaba libremente.
Amaba la justicia y la piedad, vivía su vida en paz, y ésta se irradiaba en la luz de su mirar.

Las palmeras y los lirios eran testigos mudos de este andar, solo se mecían por el viento, compañero silencioso de este amor, todos los elementos de la naturaleza decoraban con reverencia celestial esta escena, parecía sacada de un cuento de hadas.

En un momento de su andar ella sintió que era necesario erguir su mirar, nada malo había en el sentimiento puro que su corazón le regalaba, así que desde ese momento comenzó a mirarle a los ojos, sus corazones rebosaban de emoción, la memoria de un ayer juntos en otra dimensión afloraba cada vez mas por sus cuerpos.

El la tomo entre sus brazos firmemente, mientras ella temblaba y su corazón no dejaba de latir, no le dijo nada, sólo la miro y no paró de besarla, con la emoción propia del primer amor.

Fueron los besos mas dulces y puros que ella jamás volvería a sentir en su vida, su corazón comenzó a llorar de felicidad, nada más hermoso ya podría pasar, sentía que estaba en el paraíso de plenitud, podía percibir los colores más intensos, las fragancias más sublimes, todo parecía diferente, todo tenía un brillo nunca antes conocido.

Todo era perfecto, hasta que ella finalmente despertó, sólo había sido un hermoso sueño con mezcla de realidad, un encuentro furtivo. Ella hubiera dado lo que era, por haber permanecido en ese estado de interminable felicidad, solo cerró sus ojos buscando quizá volver a soñar para no despertar jamás.




Por Caro

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