2 de enero de 2007

LIGA DE TENSION


Después de la presión, la tensión, el deseo de dar el cien por ciento, me encuentro escribiendo estas lineas. Puede parecer ilógico, cansado como perro y con ganas de escribir. Que imbécil. Pero la verdad es que mi cuerpo y mi mente no podían entrar en reposo si no saco estos pensamientos inquietos que le roban la existencia a mi dormir profundo.

Los arreglos florales, la comida, el vestido de novia, los acompañantes; sus trajes y peinados, las fotografías y videos, la bebida, el tácito deseo de no quedar mal ante los consuegros y sus parientes, tanto por parte de la familia del novio como la de la novia, los regalos carentes de originalidad, y completamente predecibles, todos elementos infaltables de una boda que quiera catalogarse como tal.

Yo he tenido la oportunidad de participar en diferentes matrimonios y, aunque a veces algunos son mas modestos, todos tiene los mismos elementos, en especial el proceso de objetualización por el que pasan los novios, que se suponen el centro de la celebración, pero pasan a ser solo un elemento mas.

Todo comienza con los aparatosos peinados, que muchas veces no le dan ni siquiera respiro a la novia para poder dormir la noche anterior al día que se supone el mas feliz de su vida. Ahora me surge la duda ¿el más feliz para ella o para los otros? Después tenemos el vestido, que se caracteriza en que su precio en directamente proporcional a lo que llaman hermoso, y su hermosura es indirectamente proporcional a lo práctico. Entonces tenemos a esta joven inexperta, dando un paso gigantesco, cambiando su vida drásticamente, lo que ya es psicológicamente traumático y mentalmente extenuante, envuelta en fajas y velos blancos tratando de sonreír a la cámara mientras a penas puede respirar debido a su prisión de tela, luchando por ignorar el dolor de los pies de los zapatos nuevos, quizás rentados y ahí la presión de no arruinarlos, y sobre todo eso tratando de disfrutar el momento mas feliz de su vida.

Muchas veces el novio en su vida nunca vio una corbata, lo cual significa el entrar a un mundo completamente nuevo de ropas que nunca supo que existía y de palabras nuevas que todos usan, incluso él, pero se abstiene de preguntar para no quedar de ignorante. Lo mas traumático es que en el caso de los hombres somos reacios a expresar nuestros sentimientos, y menos en público, y ahí lo tienes: toda una fiesta y banquete para celebrar el que sabemos tu secreto mejor guardado. Besos en público, fotografiados y filmados mil y una vez: en la iglesia, el salón de la fiesta, con el pastel de novios, la lista sigue y no termina; a eso hay que agregarles los chistes faltos de gustos haciendo referencia al carácter sexual de la noche de bodas. Hablando de secretos. Los novios se van lejos y cierran la puerta de su cuarto, para tener privacidad, privacidad que fue invadida meses atrás cuando fijaron la fecha. Novio: una manada de gente sabe lo que están haciendo. Privacidad. ¡Ja!

Dos perfectos conglomerados de las más altas convenciones sociales, el manual de Carreño hecho carne y hueso, pasan a ser el objeto de las miradas y comentarios de todos.

Una boda es una bola de nieve, la cual termina en una avalancha que termina por abarcar con todos a su paso. Infaltables son los rituales que marcan el inicio de una nueva pareja de la cual se espera que propague la especie.

La primera de las ceremonias es el vals. Hacen bailar a dos individuos que consideran un baile de hace veinte o treinta años anticuado, un baile ancestral del cual quedan muy pocos cultores y del cual solo es el "Danubio Azul", por que a la hora de una boda ¿quién se acuerda de los hermosos valses del amplio repertorio de Strauss y otros? No, tiene que ser el "Danubio Azul" del cual poco recuerdan ese nombre ya que ahora es solo "El Vals de los Novios"

La novia debe despojarse de su ramo de flores, para que por medio del azar todos puedan saber quien es la que contraerá nupcias próximamente. Que ceremonia mas manipuladora. Siempre he visto que las mujeres solteras de las bodas siempre se animan a recibir el ramo, pero hasta ahora no se si es por el hecho de que realmente quieren casarse, o por que quieren aparentar que quieren casarse, aunque todos saben la verdad. Aparentar para impresionar a las demás, a pesar que las otras saben que aparenta, y eso es lo que hace enojar a las otras, por que aparentar, ese es el juego ¿Quién o entiende? la verdad ni ellas, pero aparentan que si.

Y la razón de mi desvelo de esta noche, a pesar de mi cansancio, es el ritual de la liga, la cual el novio saca con sus dientes de la pierna de la que ahora es su esposa y la lanza al aire para que una vez mas la fortuna decida quien es el próximo.

En limitado círculo de amistades, de todas las veces que he ido a matrimonios, hay alguien que me conoce y empieza a decir mi nombre con grandes alaridos, tratando de capturar mi atención para participar del ritual. ¿Cual es la razón de los gritos? aprendí por mala experiencia que no es solo por el hecho de participar. Recuerdo que una de las veces agarré la famosa liga única y exclusivamente por que iba a caer al suelo sin que nadie de los solteros que estaba a mi al rededor hiciera el más mínimo esfuerzo de agarrar el trozo de elástico encintado, y para evitar un momento embarazoso la tomé; eso es lo peor que me ha pasado, por semanas mis padres repetían una y otra vez de que lo de la liga no significaba nada para mi y que tenía que buscarme una novia y casarme. La verdad es que mi padre estaba en lo correcto. No me importa la liga.



Por Guillermo Rojas G.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pensandolo bien...no tuve liga,con suerte le mostré las piernas y algo más a mi esposo...jeje
pero muy buena historia, he visto a parejas gastar lo que no tienen en sus fiestas, contrayendo grandes deudas en financieras para poder costearlos, para que finalmente todo termine en nada, ahora a las letras del las financieras hay que sumar la suma del pago del divorcio...¿para que gastar tanto?...
que se haga a la medida de la realidad economica de los novios, es lo mejor!!